Perder El Miedo Al Código

Un mundo sin código tardará mucho, mucho tiempo en llegar, por lo que debemos de simplificarlo para que todos lo puedan aprender.

El Código es la principal barrera que existe entre las personas IT y las NO-IT, los segundos lo ven como algo complicado, difícil de aprender.

Es verdad que cuando ves una página de código puede echar un poco para atrás, pero les garantizo que si le dedican un par de horas a observar cada elemento se darán cuenta que es un lenguaje como cualquier otro: en esencia aprender a programar es como aprender un nuevo idioma, pero con indicaciones que van ejecutando acciones visibles. La cosa se complica un poco, dependiendo de lo robusta que se haga la aplicación.

Esta barrera ha querido ser derribada por plataformas o aplicaciones que aseguran que pueden ayudarte a crear aplicaciones o portales sin saber una pizca de programación. Y en general cumplen lo que prometen, te permiten crear un proyecto, más o menos complejo, pero siempre llegando a un límite, donde si quieres crecer tienes dos opciones: o contratas un programador o aprendes código.

La democratización de la tecnología no pasa por eliminar el código, porque como he dicho, en reiteradas ocasiones, es imposible hacerlo. La clave es simplificar el código y enseñarles a las personas cómo usarlo a través de la práctica, comenzando con elementos visuales, con arrastrar y llevar objetos, para poco a poco introducirlos al código, pero a pocas líneas, muchas de las cuales se deben de ejecutar de manera automática.

Usando poco código, las personas entenderán qué es y cómo funciona.

El Código es como el Lenguaje Escrito, por más que se asegure que una imagen vale más que mil palabras, que las Redes Sociales apuesten por elementos audiovisuales, las palabras siguen siendo necesarias para trasmitir mensajes. Las imágenes y los videos no pueden comunicar todo, necesitan de las palabras. El lenguaje escrito sí que tiene la capacidad de explicar cualquier situación, pero cuando se une con las imágenes es más potente.

Lo mismo debe pasar con el desarrollo de aplicaciones. Utilizar lo mejor de los modelos visuales, el llamado No-Code y complementarlo con el uso del código, pero simplificando la forma en la que se programa, optimizando las líneas que se usan, para que las personas que quieren aprender de cero, no se enfrenten a páginas infinitas para ejecutar una acción; porque otro de los problemas que ha arrastrado la programación desde sus inicios, es el exceso de líneas que se utilizan para crear una página, -en mi vida he visto páginas de HTML que parecen no acabar nunca-.

Debemos cambiar esta mentalidad, otra vez usando el ejemplo de la palabra escrita: Una idea se expresa mejor con menos palabras que con muchas.

Si queremos que la gente No-IT pueda crear aplicaciones potentes y no solo prototipos o primeras versiones, debemos apostar por un modelo hibrido, que utilice elementos del No-Code, arrastrar y soltar objetos, interfaces visuales y también código sencillo-automatizado, con pocas líneas de programación para ejecutar acciones complejas. Esto se logra porque la plataforma de desarrollo por detrás ejecuta los procesos necesarios para que las instrucciones del desarrollo funcionen perfectas.

Los desarrolladores por otro lado se benefician al eliminar tareas repetitivas y pueden crear aplicaciones con mejor Look and Feel, que es el talón de Aquiles de los desarrolladores. Optimizar el código permite que los programadores juniors construyan aplicaciones como si fueran seniors y los seniors pueden hacer soluciones aún más complejas.

Desde la trinchera de las profesiones IT no debemos caer en la tentación de mantener el desarrollo de aplicaciones como algo complicado, dejar de pensar que aplicaciones de modelo visual son juguetes para que los No-IT se diviertan. Debemos apostar por este nuevo modelo, que bien aplicado beneficiará a ambos mundos, ya que nos permitirá desarrollar más y mejor tecnología en menos tiempo.

En resumen, el código no dejará de existir en mucho tiempo, quizás en 50 años ya no sea necesario, pero seguramente no nos tocará vivir esa época. Por lo que debemos trabajar para que las personas sin conocimientos, aprendan a convivir con él, simplificarlo para enseñarlo de manera más fácil.

Romper la barrera será bueno para todos.

Autor: Raúl Martín

12-03-2020

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