Creo que primero debo explicar algo que parece evidente, pero no lo es.
Automatización: son los procesos que se realizan durante una actividad, de manera constante sin necesidad del ser humano. Recalco sin necesidad, porque en origen la automatización existe porque hay una persona detrás que la creó, y para mantenerla funcionando, así como para actualizar su funcionamiento, también se necesita a alguien.
Este es un concepto que genera buenas y malas reacciones. Los defensores, en los cuales me incluyo, aseguramos que es el camino hacia la digitalización, porque creemos que en esencia digitalizar es automatizar procesos; logrando que las personas se concentren en actividades de mayor valía. Los detractores, aseguran que es la forma en la que las empresas abaratarán costes y minimizaría empleados.
Ambas partes tenemos algo de razón. Como todo proceso, la Automatización tiene aspectos positivos y negativos, una mala implantación puede marginar a muchas personas, de hecho, en ciertos sectores ya pasa que las máquinas están sustituyendo a los empleados; con el software no debemos de cometer el mismo error. La clave radica en preparar a los trabajadores para que controlen la tecnología y no al revés. Que el empleado conozca y comprenda cómo trabaja el software que ejecuta parte de su trabajo, esta acción lo empodera y le da la capacidad de corregir errores y desarrollar mejores soluciones.
Dentro de una empresa, la Automatización genera grandes cambios, pasa de tener personas autómatas que ejecutan tareas de forma repetitiva pero que no añaden beneficios a la empresa, a crear usuarios de negocio que se centran en el crecimiento de la compañía, generando propuestas de valor.
Las empresas deben apostar por capacitar a sus trabajadores, dándoles herramientas para dominar la tecnología, tal cual sucedió en la era industrial, que llevó a las personas del campo a las fábricas; estas personas tuvieron que aprender cómo funcionaba la tecnología de la época y cómo repararla para poder seguir cumpliendo con las tareas.
Las generaciones siguientes comenzaron a prepararse de manera académica para desarrollar nuevas máquinas, mientras que los obreros siguieron dominando las máquinas gracias a su conocimiento empírico, lo que se tradujo muchas veces en que fueran más capaces los obreros de reparar una línea de producción que los propios ingenieros. Lo mismo debe pasar con el software.
Actualmente, en las empresas solo se depende del equipo IT, para desarrollar las actualizaciones y/o para resolver los problemas que se vayan generando en el software, en parte es entendible la dependencia, pues son ellos los que tienen más conocimiento del código. Pero si seguimos alimentando este proceso, se segrega al resto de trabajadores, quienes verían como su conocimiento deja de ser necesario; y las herramientas, soluciones web de una empresa solo tendrían la visión de los desarrolladores, que muchas veces no entienden las necesidades de los usuarios finales. Por esto es que se debe de habilitar a todos los trabajadores en el entendimiento del software.
Aquí entramos en otro punto muy importante. Los desarrolladores son vitales para crear sistemas Core, para construir las plataformas que llevan la digitalización a las empresas. Pero no son necesarios para una vez instalada la tecnología en la empresa, adaptarla y customizarla de acuerdo a las necesidades de la compañía. Para eso debe estar el equipo interno. Entonces, la tecnología que creamos los desarrolladores de software, debe ser accesible y fácil de operar y ejecutar.
Debemos simplificar el código y sustituirlo por lenguajes más fáciles de entender, para que los trabajadores con poco o cero conocimientos, pierdan el miedo a la tecnología y comiencen a controlarla. Si hacemos que cualquiera pueda entenderlo, el avance tecnológico no va a desplazar a las personas, lo cual no quiere decir que no requiera esfuerzo y dedicación para aprender.
La Automatización es imprescindible para que las compañías de cualquier tamaño crezcan y mejoren sus servicios y productos de acuerdo a las necesidades de mercado que vayan surgiendo, su implementación no debe radicar solo en implementar la tecnología y olvidarse de las personas, si no crear una simbiosis donde ambas partes se retroalimenten y mejoren.
Autor: Raúl Martín
11-04-2020